Cómo AIESEC me ha arruinado

Llegó un punto de mi vida en que yo pensé que me había preparado para empezar a ser adulto. Pensé que pasar a la OAB (Orden de Abogados de Brasil), gritar Chupa FGV!, ser contratado en la oficina donde estaba como pasante y estar viviendo solo fuera aquel bello comienzo de una larga historia de éxito en el Derecho.

5 años de carrera, experiencias únicas que la UFRN (Universidad Federal de Rio Grande de Norte) me habían proporcionado y el reconocimiento de mis compañeros y maestros parecían probarme que, si, yo había nacido para el Derecho, para abogar, para hacer mi Maestría en Derecho Civil, para luchar por los Derechos de las Familias, de los homosexuales. Al fin, sentía interés genuino en el área. Sentía que estaba caminando rumbo a mi realización profesional y que salir de ese camino seria sinónimo de desenfoque y fracaso.

Graduación del Curso de Derecho UFRN 2010.2. Que día, amigos. Que día!

Pasa que nuestra generación no se mueve más por lo básico, por lo satisfactorio. No queremos solamente seguir una carrera. Queremos ser referentes, ser modelo de excelencia, cambiar, dejar un legado de lo cual las personas se recuerden y, lo más importante, que honren y den continuidad a ese legado. El joven vive delante de la presión del “ser” y del “tener”. Quien tiene no se satisfaz en solamente tener, pero debe ser también. Ser modelo, ser el mejor en aquello que hace, ser citado.

Pues bien. Solamente el Derecho no me despertaba esas ganas, esa visión a largo plazo. Yo sabía que necesitaba de algo más y que el mundo jurídico no sería capaz de proporcionarme satisfacción personal y profesional. No me imaginaba como el doctrinador, o el abogado de referencia, pero fingía demencia y seguía mi vida normalmente. Que error. “Intereses” nosotros tenemos hartos, pero no es por eso que hacemos de ellos una carrera, un objetivo mayor a ser alcanzado.

Ahí es donde entra AIESEC.

AIESEC hizo, en 6 meses, lo que la Universidad no logró hacer en 5 años.

Y eso me ha arruinado.

Y yo me equivoqué. Y como me equivoqué. El hecho de que esta organización me llevó de nuevo a mis errores fue algo que me tocó mucho. Porque ella fue más allá. Ella me dio líderes. Líderes movidos por una pasión, propósito, valores, metas claras y por una planificación de da envidia a cualquier organización y empresa. Pero lo más importante: líderes comprometidos con una causa sola.

Fuente: AIESEC Way (http://pt.slideshare.net/RoshniNedungadi/aiesec-way-53467731)

En 6 meses de organización, me desarrollé intensamente y mi curva de aprendizaje fue un catalizador de una forma absurda. Ocupé roles de liderazgo local y nacional, fui liderado y lideré personas increíbles. ¿Sabes cuando tu sientes que estás en contacto directo con los líderes del futuro? Aquellos que van a tomar las grandes decisiones para su ciudad y su país? y sentir que tu mano hace parte de eso? Ese sentimiento en AIESEC es constante y contagia.

Formamos líderes poniéndoles en situaciones retadoras y haciéndoles equivocarse. En AIESEC tu puedes y debes equivocarte. Porque siempre habrá quien te de la cachetada en la cara del liderazgo que tu necesitas. Pero no te confundas: AIESEC no es para todas las personas y tenemos, si, como en todas las organizaciones, líderes que solo cargan consigo un rol de liderazgo, pero no son dignos de estar allá. Y también pecamos en diversos aspectos. Sin embargo, entre otros factores, somos jóvenes de 18 a 30 años tratando con responsabilidades que adultos de 40 años aun están se habituando.

Un ambiente en el cual tomar riesgos, empoderar personas, ser orientado a la solución y, lo más importante, en lo cual ser emprendedor es la regla y un comportamiento constantemente encorajado. Un ambiente donde usted puede ser quien realmente eres, donde tu puedes dar salida a tus ideas y realmente sentir que estás haciendo la diferencia en las vidas de algunas personas.

No, nosotros no vivimos en la ilusión de que cambiamos al mundo todos los días. Vivimos la realidad de cambiar a nosotros todos los días las vidas de nuestros miembros y principales stakeholders. Después de todo, no estamos en solamente 1 ciudad, estado o país. Estamos en 126 países! Juntos, si, conseguimos cambiar nuestra realidad todos los días.

AIESEC en USP en una de sus conferencias locales

Pregunto: ¿Cuánto tu puedes tomar los riesgos y ser emprendedor en tu trabajo? ¿Cuán rápido tus procesos y rutina de trabajo se adaptan a tu realidad? ¿Qué tanto eso es valorado por tu jefe? Sin embargo, tienes un(a) jefe o un(a) líder?

AIESEC me hizo conocer, de hecho, el mundo real. Fue gracias a mi trabajo como Director de Ventas en AIESEC USP que conocí y hoy trabajo en RankMyAPP, una de las 10 empresas más innovadoras de Brasil y que hoy está en Silicon Valley/EUA. Me siento en casa, bienvenido y en constante desarrollo en función de la atmósfera altamente emprendedora y dinámica que la empresa posee.

RankMyAPP – Brazil Team

AIESEC me dejó arruinado. Me desmontó para que yo pudiera montarme de nuevo de la manera que yo quisiera. Hoy me siento conectado a mi propósito y es eso lo que me mueve, que hace mis venas pulsar. Es lo que tiene sentido de despertarme para vencer, desafiarme y cambiar un día más.

Solamente el Derecho no era lo suficiente para mi.

Felipe Veras Soares

Mobile App Growth Specialist na RankMyAPP

Víctima de la cachetada en la cara del liderazgo de AIESEC en USP